El Cubiculo III - El Pavimento Sufrido

Ahogado
Si, ahogado
Eso o quizás mejor asfixiado
ES lo único que se me ocurre sentir

Las voces de todos
Aglomeradas tan cerca de mis oídos
Penetrando mis tímpanos
Robando mi tranquilidad y oxigeno

Una vez más en ruta al martirio
Más de una hora de largo camino
Endulzado con un molesto hablar continuo
Una rutina inadaptable

Platicas de alcoholes
Destrezas sexuales
Incoherencias pseudo graciosas
Y Criticas al que nada de eso comparte

En instancias he tratado de conversar
Solo para terminar como el objeto a humillar
Otros momentos quedaron estupefactos con pensar
En las simples palabras que de mi boca puedo expulsar

Rogar por un cambio para ellos quisiera
Cambio de cerebro, actitud, tono de voz aunque sea
Pero a estas alturas
Pedir la paz mundial o un gobierno decente están más cerca

Voces chillonas y molestas
Palabrerías corridas e ilegibles
Articulaciones de puro deseo del ego
Expresiones con significados inverosímiles

Solo eso recibo,
Solo eso escucho
Nada de esto necesito
Un conversación más y embrutezco

En algunos momentos
El destino me sonríe
Regalándome momentos de silencio
Otorgándome ratos inconscientes

Pero nada de esto es algo estelar
Todas esas voces al tiempo logro conquistar
Ya que el viaje recorrido no es nada abismal
Comparado a lo viene una vez lleguemos al final

Detenido el transporte por fin,
Nunca tarde, nunca temprano, siempre a la marca exacta
Las puertas se deslizan
La luz nuevamente me cega

Uno a uno ellos están bajando
Aquellos que en su capullo de placeres e ignorancia marchan
Ignorantes pero felices a sus labores
Mientras yo tomo pasos de una marcha fúnebre

Con cada escalón que subo
Mas aumenta mi deseo de tener ese dote de estupidez
De no tener que pensar tanto en las cosas
De no tener que preocuparme tanto por EL

Y es que mi trabajo no es nada agradable
Pero ciertas circunstancias del ambiente lo hace mucho peor
Cada ascenso hacia la puerta dándome un peso más en el pecho
Hasta que por fin frente a ellas estoy

Respiro profundo y cierro los ojos
Pongo mis manos sobre aquel hierro y vidrio helado
Me digo a mismo que tenga fuerzas y no piense mucho
Mientras abro las mismas y me digo a mi mismo

Solo faltan
Siete Horas
Cincuenta y Nueve Minutos
Y Cincuenta y Ocho Segundos